TREMé fue pensado para los trabajadores que están fuera de la empresa, pero también para los que están adentro: la información tomada llega a quien la necesita, cuando la necesita y como la necesita.
Se acabaron las excusas del estilo "no me lo dijiste / no me enteré / me lo pidieron tarde / no me avisaron ... "
En cuanto el vendedor tomó el pedido en el cliente, puede verificarse inmediatamente (aprobarse o rechazarse) y pasarlo al depósito para que comiencen a prepararlo.
TREMé pone su información en movimiento para que todos en la empresa estén siempre bien sincronizados.